Ñirre / Lenga / Raulí

Predominan los bosques de Nothofagus de hoja caduca: Lenga (Nothofagus Pumilio) y Ñirre (N. Antarctica), ambos de crecimiento bastante achaparrado. Hacia el sur de la bio-región, va bajando el área de dispersión de estos tipos forestales, hasta llegar al nivel del mar, como en Magallanes y Tierra del Fuego, donde Lengas y Ñirres forman bosques densos de corpulentos árboles de gran altura.

Las Especies:

Nothofagus Antarctica (Ñirre, Ñiré, Ñire).

Árbol endémico de los bosques subantárticos. Se extiende por el norte hasta el río Maule (VII Región) en la Cordillera de Los Andes, y por la costa desde Nahuelbuta hasta el Archipiélago del Cabo de Hornos (XII Región). Es una especie adaptada a las bajas temperaturas y a suelos de baja calidad, por lo que es característico encontrarlo como única especie arbórea en las partes frías de la cordillera. Se adapta a terrenos muy húmedos (ñadis) y zonas con fuertes vientos, especialmente en la zona austral, donde adopta casi siempre formas achaparradas. Los bosques de Ñirre constituyen el límite oceánico del bosque de Tierra del Fuego, donde a menudo forma poblaciones puras, raleadas.

Nothofagus Pumilio (Lenga).

Árbol endémico de los bosques subantárticos. Crece en la Cordillera de los Andes desde la provincia de Talca (VII Región), hasta cerca del Archipiélago del Cabo de Hornos (XII Región), y en la costa en las partes más altas de Nahuelbuta (IX Región), y Cordillera Pelada en Valdivia (X Región). Al norte de la Provincia de Llanquihue se encuentra siempre en el límite latitudinal de la vegetación arbórea, pero al sur crece en partes bajas, incluso al nivel del mar. Es una especie que tiene una gran amplitud ecológica y su forma de distribución indica que requiere de bajas temperaturas y un suelo generalmente de poca calidad. Vive en lugares con abundante pluviosidad, en que el invierno es particularmente riguroso, con aguanieve a lo largo de la estación fría y a menudo afectado por intensos vientos helados de la zona austral.

Nothofagus Alpina (Raulí).

Árbol característico de la zona centro sur de Chile. Comprende Zonas desde el sur del río Teno (VII región) hasta zonas de Valdivia (X región); sin embargo, se encuentran también algunos ejemplares aislados hasta el sector de Fresia. El raulí prefiere las zonas cordilleranas de bajas temperaturas. Prefiere de suelos bien drenados. Árbol de hojas caducas que puede alcanzar 40 metros de altura y dos metros de diámetro el tronco. Sus hojas miden hasta 15 cm de largo por ocho de ancho y son las más grandes de la familia de las fagáceas chilenas, pero en el entrenamiento del bonsai pueden reducir su tamaño hasta 1/3 del tamaño original, siendo necesario preferir entrenar árboles con un tamaño medio alto.

El Bonsai:

Siendo árboles con características caducifolias, son buenas especies para el trabajo del bonsai. Especialmente bellos cuando se encuentran en sus colores otoñales. De crecimiento medio - rápido, son muy fáciles de foliar y crear nubes con las constantes podas y pinzados. Por su naturaleza, los estilos de formaciones y diseños van bien de la mano de cómo uno los puede encontrar en su hábitat. Desde achaparrados hasta, rectos y estilizados, formaciones en bosque o cascada. Se acomoda a todos los estilos del bonsai siendo, tal vez, el recto informal el que más se les acomoda.

Las condiciones, técnicas y formas de entrenamiento son iguales a las del Roble (Nothofagus Obliqua), teniendo en cuenta los siguientes puntos a saber por cada especie:

Ñirre (Nothofagus Antarctica)

Por ser una especie que gusta de tener el piso bien húmedo pero bastante aireado, es necesario considerar que parte del sustrato a ocupar deberá ser compuesto por turba. Ésta lo mantendrá húmedo y bien fresco sobretodo durante los meses de más calor. Por su naturaleza, es una planta que necesita de mucho agua y por sobre todo libre de cal. Es necesario en zonas en donde se tienen altas concentraciones de éste mineral, ocupar un filtro que logre depurar el agua que será utilizada para riegos, no solo para ésta especie, sino que para todas las plantas en entrenamiento. Durante los primeros años de entrenamiento se deberá de podar las raíces cada dos años, para luego alargar el periodo hasta cada cuatro años. Es resistente a casi todas las pestes y problemas fitosanitarios en general, a pesar de que en algunas ocasiones puede aparecer una suerte hongo que se desarrolla muy rápidamente formando malformaciones en las hojas y la muerte de ellas, además de infectar muy rápidamente a las plantas que se encuentran cerca de ellas. Es necesario atacar esta enfermedad con algún fungicida cada 10 días hasta detenerla. Las podas más fuertes se deben hacer en el término de la temporada de invierno, cuando las yemas aún no están hinchadas esto dará tiempo a que las heridas se sequen y logren cicatrizar justo cuando las yemas se comiencen a activar; así no detenemos el próximo crecimiento de las raíces. En general es una planta que resiste bien las podas fuertes de raíces por lo que se pueden trasplantar al mismo momento de las podas. El alambrado es recomendable hacerlo en otoño, cuanto sus hojas se han caído, ya que sus ramas aún se encuentran flexibles, además que al quedar completamente desnuda la planta, será más fácil lograr determinar su nuevo diseño. El sustrato que ocupo está compuesto por 20 % de turba, 60 % arena de río y 20% tierra de campo bien harneada.

Lenga (Nothofagus Pumilio):

Claramente la Lenga es amante de los sectores helados y bien aireados de nuestro país además de gustarle tener siempre los pies bien húmedos. Los cuidados son iguales a los del Ñirre, teniendo la salvedad de que a ésta planta le gustan los suelos de poca calidad, es decir, suelos que no tengan altos contenidos de nutrientes. Se pueden entrenar con suelos conformados con un 50% de tierra volcánica, 25% turba y un 25% arena de río. Claramente buen drenaje y buena retención del agua.

Raulí (Nothofagus Alpina):
El Raulí en el Bonsai es algo complicado de entrenar. Es muy resistente a las podas y vaciado de madera, al alambrado extremo y de tener una brotación muy buena y vigorosa. Tal vez es la especie que más se parecen sus brotaciones primaverales a su primo directo, el Haya. Pero no todo es tan bueno; claramente y a pesar de tener resistencia a los trabajos aéreos de Bonsai, no es tan resistente el los trabajos subterráneos. No aguanta mucho las podas de raíces y menos si son éstas muy extremas. Además si sufren de algo de sequía, es capas de secarse por completo y sin previo aviso. Una manera de evitar problemas, es entrenarlos en maceteros más profundos de lo normal y con sustratos muy drenados pero con buena capacidad de retención de agua. Una mezcla que yo ocupo es 1 parte de piedra volcánica harneada, 1 parte de mantillo, ¼ de turba y ¼ de piedra de río. Además se debe situar bajo resguardo del sol directo sobre todo durante las horas de más calor. Esta es una especie que te dará mucho trabajo, pero los resultados son muy buenos y muy rápidos de conseguir.